Llega uno de los partidos más esperados de la temporada. Está aquí el derbi y llega con los dos equipos en la zona alta de la tabla. El triunfo en Mestalla, el primero a domicilio del curso, ha confirmado la buena senda de los realistas. Los derbis siempre son derbis y su principal característica es que importa poco las dinámicas previas de los equipos. Los noventa minutos, o ya más de cien, no obedecen a picos de forma ni momentos álgidos. Son impredecibles.
El Reale Arena es y debe seguir siendo un feudo intratable. Los de Imanol se han reafirmado en casa y, a base de goles, han sacado adelante sus últimos partidos como local. Encaramados ya en su hábitat natural del último lustro, los txuri urdin son un equipo versátil y de calidad que sigue demostrando que va a ser, nuevamente, candidatísimo a estar muy arriba todo el año.
Los rojiblancos han arrancado muy bien el campeonato. A pesar de llegar con bajas sensibles al partido, los de Valverde han dado un paso adelante en su juego y, aprovechando muy bien sus tradicionales virtudes, están convirtiéndose en el equipo competitivo y firme al que nos tenía acostumbrados años atrás. El partido promete. El día, la hora, el ambiente… Todos los factores ayudan para que sea un partidazo. El partido.