Nobleza, energía, esfuerzo, mejora y evolución constante…el carácter guipuzcoano se ha forjado siempre con materiales intrínsecamente ligados al mundo del arte. Gipuzkoa es cuna de grandes escultores y artistas que, desde hace muchísimos años, han buscado plasmar en sus obras la forma de ser y de hacer de nuestra tierra.
Un sentimiento de pertenencia, admirado en cualquier rincón de Europa y del mundo, que se ha heredado de generación en generación y que siempre se ha expandido a nivel internacional a través del arte, de la cultura, de la pintura y de la música y, cómo no, también del deporte. Porque también la Real es un transmisor de valores hacia la sociedad.
En una temporada, la que se avecina, en la que jugaremos la máxima competición continental, hemos querido simbolizar esa comunión entre el arte y el fútbol de nuestra tierra. Y nada más emblemático para reflejarlo como uno de nuestros grandes iconos: nuestra camiseta. Así se ha gestado nuestra nueva piel, a partir de una obra de arte.
Creación del escultor Iñigo Manterola
Iñigo Manterola es un prestigioso escultor oriotarra, afincado en Zarautz, que hace año y medio viajó a Eindhoven para animar a su equipo del alma. En su cabeza ya se mascaba desde tiempo atrás la opción de expresar su concepto de movimiento en la camiseta txuri urdin. Y así se lo explicó a la representación de la Real en Holanda, que quedó prendada con el proyecto.
De esta manera, Iñigo se puso manos a la obra en su estudio. Como en muchos procesos de escultura, primero dibujó su idea sobre papel. Después, lo tridimensionó. Y así nacieron las nuevas rayas azules. Unas barras que se ven reviradas, con volumen, con el fin de otorgarle movimiento a su creación y que recogen la esencia y el inconfundible estilo del autor.
Su paisano Imanol, el primero en conocerla
No podía ser otro. El responsable que nos ha guiado un año más hacia Europa ha tenido el privilegio de ser el primero en descubrirla. El jueves Imanol se acercó al showroom de Iñigo, al que conoce desde niño y del que ya tiene una obra en su domicilio, para dar el visto bueno a esta maravillosa creación. “Me ha sorprendido, me ha gustado mucho”. Palabras del patrón.