Otro golpe ‘in extremis’

Otro mazazo de última hora. A la Real se le ha escapado la victoria en la última jugada del partido y se ha tenido que conformar con un trabajado empate ante la SD Eibar esta noche en Anoeta. En un encuentro de alto voltaje y sin demasiadas ocasiones, el equipo guipuzcoano ha acariciado el triunfo frente a un hueso duro de roer que no se ha rendido y que ha tenido su recompensa.

El Estadio donostiarra ha sido testigo del clásico partido cerrado que siempre disputan ambos equipos. Se ha notado la solidez de la que hacen gala y ha sido complicado penetrar. Todo parecía bien encaminado con el gol de cabeza de Juanmi, tras un buen centro de Odriozola, pero los armeros han avanzado metros y han conseguido compensar la contienda gracias a Escalante. 

La igualdad parecía romperse al poco de reanudarse el juego. Lejeune ha sido expulsado y, a partir de ahí, el dominio txuri urdin se ha intensificado. Mikel Oyarzabal ha acariciado el gol en un mano a mano en situación incómoda. Sin embargo, la Real ha recibido otro revés con la doble amonestación a Juanmi. Restaba media hora y ambos se quedaban con diez.

El intercambio de golpes se moría al borde de las áreas. Tampoco se podía imprimir ritmo por las constantes interrupciones. Pero de repente, después de varios rechaces a la salida de un córner, Iñigo ha sido objeto de penalti. Carlos Vela no ha perdonado. La SD Eibar se ha lanzado al ataque, pero no generaba peligro. Hasta que Pedro León ha silenciado Anoeta. Una pena.