Hoy es un día de fiesta. Siempre que la Real juega lo es. La afición disfruta cada minuto de competición de su equipo y no es para menos. La ambición y deseo de ganar que muestran los de Imanol en cada acción es motivo de orgullo para los corazones realistas. La noche de hoy no será una excepción. Llega un rival herido, equipo al que trataremos de imponernos con la receta de todos los fines de semana: humildad y sacrificio.
Todo lo visto al Leganés hasta el momento hay que ponerlo entre interrogantes. El libro de estilo de su nuevo técnico, Javier Aguirre, puede hacernos ver un planteamiento totalmente diferente y eso tiene que hacernos estar más alerta que nunca. Frenar la potencia de En-Nesyri y Braithwaite en ataque y dominar la zona ancha ante Recio, Roque Mesa y Rivera será imprescindible para lograr un nuevo triunfo antes del último parón del 2019.
El entorno txuri urdin está viviendo uno de los momentos más dulces de los últimos años. Todos estos elogios, merecidos por otra parte, no pueden hacernos desviar la mirada ni un instante de nuestro objetivo. El Reale Arena tiene que ser una pesadilla para los rivales. Que la unión equipo-afición siga haciéndonos crecer. Sin límites. AURRERA REALA!!!