A Txurdin le empieza a gustar lo de viajar por Europa. Es capaz de cualquier cosa. Tiene gen guipuzcoano. Si surge algún contratiempo, como por ejemplo confundirse de entrada, no se rinde y busca soluciones. Y si encima cuenta con la ayuda y compañía de una familia tan maravillosa como los Mendioroz Etxezarreta, socios de Urrestilla que viajaban a Milán, las complicaciones dejan de serlo. O casi. ¡Qué más da! Nos hace reír y sonreír, incluso, hasta cuando tiene una mala noche.
Dale al play y descubre qué hizo Txurdin mientras jugábamos en San Siro.