El próximo sábado 14 de septiembre la Real Sociedad de Fútbol rendirá homenaje a Eduardo Chillida en el Reale Arena durante el partido de LaLiga que jugará contra el Real Madrid con motivo del centenario de su nacimiento. Los jugadores de la Real jugarán con una camiseta conmemorativa que se ha diseñado para celebrar esta gran efeméride. La elástica incluye la reproducción de una de sus obras en papel, Abiagune II (2001), además del logo conmemorativo del centenario y su lema “Lugar de encuentro".
En los prolegómenos del partido, que coincide con el mes en el que Eduardo Chillida debutó como portero de la Real Sociedad —el 27 de septiembre de 1942—, el hijo del artista y presidente de la Fundación Eduardo Chillida - Pilar Belzunce, Luis Chillida, realizará el saque de honor con el balón conmemorativo que el club txuri urdin ha diseñado para la ocasión.
Además de un lanzamiento de balones a la afición, en la antesala del partido se proyectará en las pantallas del Reale Arena un vídeo homenaje al escultor, haciendo referencia a la importancia que el fútbol tuvo en el desarrollo de su carrera como artista. “El fútbol y el arte son dos mundos, aparentemente antagónicos, que se unen en la confluencia del espacio, la forma y el movimiento”, señala Luis Chillida.
El fútbol fue una de las primeras vocaciones de Eduardo Chillida quien, en la temporada 1942-1943 —con tan solo 18 años— fue guardameta de la Real Sociedad, hasta que una lesión en la rodilla le obligó a retirarse del deporte profesional. “Yo he tenido muy en mente toda la vida lo que he aprendido del fútbol. La gente se ríe cuando digo esto, pero en el fútbol yo aprendí muchas cosas que he utilizado después en la escultura”, afirmó en una ocasión el artista.
Tras 14 partidos en Segunda División, Eduardo Chillida tuvo que abandonar la portería para dedicarse de lleno a la creación artística. “El vínculo entre el artista y el club donostiarra ha permanecido siempre vivo y por eso la Real Sociedad no podía dejar de sumarse a esta celebración”, afirma Jokin Aperribay, presidente de la Real Sociedad.
La camiseta conmemorativa, a la venta desde hoy
Hoy, día 11 de septiembre, a partir de las 11:30 horas se pondrá a la venta, tanto en las tiendas físicas como en la tienda online, una edición limitada (2.000 unidades) de la camiseta conmemorativa con la que se jugará el sábado para homenajear a Eduardo Chillida.
Además de la camiseta, la Real lanzó a comienzos de año un balón conmemorativo y una bufanda, coincidiendo con la efeméride del nacimiento. Estos productos de merchandising están disponibles en la tienda física y online del equipo, así como en la tienda del museo Chillida Leku.
Estas acciones conmemorativas del club suceden a las ya realizadas durante todo el año, incluyendo la celebración de la última edición del Festival Korner —en el que siempre se unen la cultura y el fútbol—, que tuvo especialmente presente a Eduardo Chillida en su programación de mesas redondas y conferencias para reflexionar sobre las confluencias entre el deporte y el arte. Entre la programación, también se incluyó la exposición Eduardo Chillida. Las manos que atraparon tiempo y espacio en el espacio Ernest Lluch K. E. con 19 obras –algunas de ellas inéditas–, recortes de prensa, material audiovisual y textos del propio artista y otras personalidades para profundizar en la figura de Eduardo Chillida como jugador de fútbol y como artista.
Sobre Eduardo Chillida
Eduardo Chillida, nacido en San Sebastián el 10 de enero de 1924, fue un visionario del arte contemporáneo. Su infancia en la bahía donostiarra dejó una marca perdurable, plasmada posteriormente en su obra. Tras ser portero de la Real Sociedad, tuvo que retirarse a los 19 años por una lesión, pero estas habilidades de control espacial y temporal le sirvieron para su carrera.
Inició sus estudios de arquitectura en 1943, pero los abandonó para entrar al Círculo de Bellas Artes de Madrid en 1947. No obstante, Chillida siempre tuvo presentes los principios básicos de la arquitectura y se autodenominó "arquitecto del vacío". En 1948, se trasladó gracias a una beca a París, donde exhibió esculturas figurativas en el Salon de Mai de 1949. Un año después regresa al País Vasco por una breve crisis artística, aunque mantuvo vínculos con París y la Galerie Maeght. En 1951 se casó con Pilar Belzunce y nació su primera hija.
Su obra refleja sus preocupaciones filosóficas sobre espacio, escala y arquitectura, abordando valores universales como la tolerancia y la libertad. Recibió reconocimientos tempranos, como el Graham Foundation Award en Chicago y el Gran Premio Internacional de Escultura en la Bienal de Venecia en 1958, el premio Kandinsky en 1960 o el Praemium Imperiale de Japón en 1991, entre otros. Ha llegado a exhibirse en más de 500 muestras individuales y en lugares emblemáticos como el Guggenheim de Nueva York, el Palacio de Cristal de Madrid y el Museo de Bellas Artes de Bilbao.
Chillida Leku, inaugurado en septiembre de 2000, sirvió como plataforma para exhibir su obra en armonía con la naturaleza, destacando el caserío Zabalaga. Sin embargo, su legado quedó inconcluso con su fallecimiento, dejando un proyecto pendiente: un monumento a la tolerancia en Fuerteventura.