El 20 de mayo de 1928 disputamos en Santander la final de la Copa contra el FC Barcelona. El camino para llegar hasta la misma había sido largo, primero logrando la clasificación en el campeonato regional, luego la liguilla en la que ya nos habíamos enfrentado a los catalanes cayendo en Barcelona por 4 a 1 y venciendo en Atotxa por 5 goles a 4. Luego los cuartos de final con el Celta y, por último, las semifinales contra el Valencia.
La expectación de cara a la final era enorme y numerosos realzales se trasladaron a Santander en coches particulares y trenes y autobuses fletados especialmente para el partido.
A las 16:30, en un campo prácticamente abarrotado pese al mal tiempo y, a las órdenes del vizcaíno Pedro Vallana, los equipos presentaron las siguientes alineaciones:
Real Sociedad: Izaguirre, Zaldua, Arrillaga. Amadeo, Marculeta, Trino, P. Bienzobas, Mariscal, Cholín, Kiriki y Yurrita.
FC Barcelona: Plattko, Walter, Mas, Guzmán, Castillo, Carulla, Piera, Sastre, Samitier, Arocha y Parera.
La primera parte estuvo bastante igualada con un leve dominio barcelonista y, en el minuto 35 de la misma Cholín se dispone a marcar, pero Plattko lo evita lanzándose a sus pies y recibiendo un fuerte golpe en la cabeza que le obliga a retirarse del campo ocupando Arocha la portería. En la segunda parte Samitier resulta también lesionado por lo que Plattko, en medio de una gran ovación, vuelve al campo. Poco después Samitier también se reincorpora y es él precisamente quien aprovecha una jugada de Piera para adelantar a los catalanes. La Real reacciona y crea numerosas ocasiones. Fruto de una de ellas llega el gol del empate obra de Mariscal a pase de Cholín. Se llega al final del tiempo reglamentario y empieza la prórroga. A partir de este momento llegan los mejores minutos de la Real que se hace dueña del partido frente a un Barcelona que se limita a defenderse, a veces al borde del reglamento. A falta de dos minutos para finalizar la prórroga Cholín cae en el área ante una entrada de Walter, pero el árbitro no señala nada.
Al llegarse al final de los 120 minutos con empate a 1 gol y, al no querer el FC Barcelona disputar una nueva prórroga, ambos equipos acuerdan repetir el partido el día 22 con arbitraje de Escartín.
Entre los asistentes al partido se encontraba el poeta Rafael Alberti que, emocionado por el valor de Plattko, le dedicó una célebre oda. Y también se encontraba el poeta donostiarra Gabriel Celaya que respondería con una “Contraoda”. Así pues, el duelo futbolístico tuvo también su vertiente poética