La Real Sociedad necesita la victoria hoy ante el Córdoba si pretende conservar sus cada vez más escasas esperanzas de ascender este año (Estadio de Anoeta, 18:00 horas). No ganar significaría, por desgracia, decir adiós a toda opción matemática, porque el Zaragoza tampoco perdonó ayer al Albacete. El ritmo intratable de los tres primeros ha impedido que el conjunto txuri urdin haya podido cicatrizar a tiempo esa brecha que se había abierto varias jornadas atrás. Ni sumando 13 puntos de los últimos 15 posibles.
Esta tarde tiene que sobresalir una motivación que inspire mucho más que los propios puntos, y no es otra cosa que el orgullo de defender la zamarra blanquiazul. No es la única razón, aunque sobra por sí sola. La afición se merece algo más que una alegría después de otro año apoyando ciegamente al equipo en una categoría que produce demasiados quebraderos de cabeza. La grada de Anoeta quiere ver hoy a esos futbolistas que a menudo han golpeado a domicilio con tanta autoridad.
Probablemente, el rival blanquiverde, con la salvación a tiro, saltará al césped como la mayoría de los que han visitado San Sebastián. Repliegue defensivo y contragolpe. Con un añadido, su peligrosidad a balón parado. Para contrarrestar las virtudes andaluzas, la Real buscará imprimir velocidad a su juego. Quiere que se note desde el pitido inicial que ansía el triunfo a pesar de todo.