Un día inolvidable. Un derbi para la historia. Y una victoria para conseguir la segunda Liga de manera consecutiva. La Real recibía al Athletic Club en la última jornada del campeonato. Vencer el partido daba el título a los guipuzcoanos. Y así fue. Al comienzo de la segunda parte Zamora marcó el primer tanto de la tarde. Diez minutos después López Ufarte puso el 2-0. Atotxa era una fiesta. La segunda Liga estaba a un paso y ni el tanto de Sarabia, a cinco minutos del final, quitó la felicidad a todos los aficionados. La Real ganaba. La Real lograba el título. El segundo consecutivo. Hoy se cumplen 38 años de un día grande. Un día de la Real.